
Cómo sobrevivir al buffet libre
- Escrito por Beatriz López
- El 23 junio, 2016
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- buffet
Ya está aquí el verano, llegarán las vacaciones y habrá personas que busquen un lugar donde pasar unos días y, si puede ser , con buffet libre, porque “ahí se come bien”, haciendo referencia a que se come cantidad, porque lo que se dice bien (con calidad), no se come. Y sobre todo para aquellas personas que están intentando bajar de peso, una semana en ese lugar puede dar al traste con todo lo conseguido hasta ese momento.
La comida que se ofrece es sabrosa, aromática, variada, colorida, muy calórica y !abundante! Qué difícil es resistirse a este paraíso con tantos manjares donde la gula no está prohibida. Es cierto, pero tampoco vamos a ir al otro extremo de prohibirnos el ir porque estamos a dieta, porque aún despertaríamos más el deseo.
Voy a contaros unos trucos para poder circular por esta “zona de riesgo”. Vamos a ser nosotros los que controlemos la situación.
1.-Antes de actuar ¡piensa!
Existen dos mecanismos que se ponen en marcha con el acto de la alimentación, la sensación de hambre antes y la de saciedad al final, pero es cierto que en un sitio como este es difícil que atendamos a las señales de nuestro cuerpo, porque no solo es la gran cantidad de alimentos que nos ofrecen, es la compañía, el placer de comer…
Así que cuando entremos en el buffet lo primero que vamos a hacer es NO COGER UN PLATO. ¿Entonces qué hacemos? Tomarnos nuestro tiempo y recorrer primero la zona viendo toda la variedad de platos que se ofrecen. Se tiende a coger el plato sin mirar antes, y empezar a poner la primera comida que hemos visto. Esto de prestar atención nos puede llevar a ingerir muchas menos calorías.
¿Quieres perder peso y ganar salud?
2.-Plato pequeño y vigilar el tamaño de la ración
Si puedes escoger, coge el plato del postre, opta por raciones pequeñas y alimentos saludables. Los mecanismos de apetito, hambre y saciedad se controlan mejor ante raciones pequeñas. Nada de coger plato grande y llenarlo, y montarse una mesa llena de cosas. Uno se sirve la ración moderada, se sienta, se la come y vuelve a levantarse.
Si comienzas por alimentos saludables, como verduras, ensaladas, cremas… ayudarás a tu cuerpo a que le quede menos espacio para otros alimentos menos saludables y darás tiempo a que tu mecanismo de saciedad se active.
Si es la hora del desayuno empezar con opciones de yogur, fruta, muesli…y no por el bacon , salchichas o patatas fritas
Se han realizado investigaciones por parte del doctor Brian Wansik ( uno de los más reputados expertos en el ámbito del comportamiento de los consumidores en aspectos dietético-nutricionales) quien afirma que “El orden de los alimentos polariza de forma dramática lo que toman los comensales”. Se ha constatado que “la fruta supone un disparador favorable que altera el comportamiento”. Quizá estos resultados no fueran tan satisfactorios con personas que sufren de sobrepeso u obesidad, pero es un dato extrapolable a la población en general, indicativo de la importancia de que el acceso a los alimentos saludables sea la primera y única opción, ya sea en comedores escolares, universidades o cafeterías laborables, de tal forma que se mejore la salud pública. Y esto también sirve para el hogar, ya que si priorizamos el consumo de vegetales y frutas estaremos limitando el espacio a otros alimentos más calóricos.
3.- No llegar nunca al “no puedo más”
Tenemos que acostumbrarnos a levantarnos de la mesa todavía con apetito y no vamos a eternizarnos en el buffet. ¿No vivimos mirando el reloj para que cuadren todas nuestras actividades? Pues el comer también tiene su tiempo.
SUGERENCIA DEL DÍA
Piensa antes de comer, escoge de forma adecuada y tu cuerpo te lo agradecerá.
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